Julia Varela en Mi pequeño París nos propone 12 rutas llenas de anécdotas, recomendaciones de lecturas, películas, cafés, museos, librerías, etc., que parten de su experiencia vivida desde que en el verano de 1969 aterrizó en el Barrio Latino para estudiar Sociología en la Universidad de Vincennes, una universidad que nace de la revolución de mayo del 68. Llega pues desde una España amordazada por una larga y terrible dictadura a un París donde, nos dice: “sus gentes no dejaron de asombrarme durante bastante tiempo, y todavía continúan asombrándome cada año que la visitamos, pues sigue habiendo muchos lugares nuevos que descubrir”. Resultará obligado tener que ir a ver determinados monumentos, plazas, calles, lugares, que reenvían a diversos momentos de la historia de esta ciudad, o de sus célebres personajes. Unos querrán conocer las catacumbas, Notre-Dame y la Sainte-Chapelle; otros la Bastilla, pues se interesan por la Revolución francesa, y los monumentos dedicados a Danton, Robespierre y demás revolucionarios; otros, visitar los lugares emblemáticos de la Comuna, ir al Museo del Louvre, dar un paseo por el Sena, o subir a la Torre Eiffel… En fin, París puede ser vista como la ciudad de las revoluciones, del cambio constante, de las vanguardias artísticas de finales del XIX y principios del XX, de Sartre y Camus, de la moda, del teatro, del buen comer… Es una ciudad inconmensurable, pues, como decía Hemingway, París no se acaba nunca. Es por tanto una guía recomendada para aquellas personas que estén interesadas en esta particular visión personal de la Ciudad de la Luz que nos ofrece Julia Varela.