Para el hombre henchido de fervor musaico, los fenómenos del mundo adquieren el valor de epifanías: revelaciones del mysterium con que se define su particular vivencia de lo sagrado.
Numen constituye una apuesta por el espíritu a través de la imaginación creativa y la renovada alegría del decir, donde la voluptuosidad formal no prescinde de ?sino que sirve a? un juego de imágenes regidas por los ciclos cósmicos y armonizadas con el ritmo interior de las emociones puras.