Cercana al género fantástico, pero con unas particularidades que la llevan mucho más allá, Ornamento narra el encuentro entre un científico y un grupo de voluntarias que servirán de conejillos de indias para probar una nueva droga recreativa que únicamente surte efecto en las mujeres. Entre ellas hay un caso especial, una extraña mujer a la que solo conocemos con el apelativo de número 4 y que llegará a involucrarse sentimentalmente con el científico y su esposa, una prestigiosa artista en plena crisis creativa. La irrupción de número 4 en la vida de esta pareja tendrá un efecto devastador y corrosivo sobre sus certezas, construidas desde una posición de privilegio social y económico. Ornamento, escrita con una prosa, nunca mejor dicho, adictiva, es un viaje al corazón del mal, una exploración de las sociedades fundadas en el odio y, también, una novela de horror que intenta descifrar en qué medida los sujetos están atravesados en lo más íntimo por la historia política. El odio partidario opera aquí como un origen, un inconsciente colectivo que habla a través de sus sujetos cuando las drogas les sueltan las lenguas. Es, en suma, una provocación al lector para que piense en las posibilidades del arte como un campo idóneo para examinar los males que nos han hechizado.
Cercana al género fantástico, pero con unas particularidades que la llevan mucho más allá, Ornamento narra el encuentro entre un científico y un grupo de voluntarias que servirán de conejillos de indias para probar una nueva droga recreativa que únicamente surte efecto en las mujeres. Entre ellas hay un caso especial, una extraña mujer a la que solo conocemos con el apelativo de número 4 y que llegará a involucrarse sentimentalmente con el científico y su esposa, una prestigiosa artista en plena crisis creativa. La irrupción de número 4 en la vida de esta pareja tendrá un efecto devastador y corrosivo sobre sus certezas, construidas desde una posición de privilegio social y económico.
Ornamento, escrita con una prosa, nunca mejor dicho, adictiva, es un viaje al corazón del mal, una exploración de las sociedades fundadas en el odio y, también, una novela de horror que intenta descifrar en qué medida los sujetos están atravesados en lo más íntimo por la historia política. El odio partidario opera aquí como un origen, un inconsciente colectivo que habla a través de sus sujetos cuando las drogas les sueltan las lenguas. Es, en suma, una provocación al lector para que piense en las posibilidades del arte como un campo idóneo para examinar los males que nos han hechizado.