Esta colección de ficciones breves nace de un ejercicio de escritura que aspira a la liviandad. Se trata de pequeñas narraciones cuya estructura se desliza hacia el límite mismo de la poesía. Hay en ellas una cautela contra el exceso sin eludir la profundidad que pueda verter un detalle de la memoria de los personajes o una tonalidad anímica sugerida sin ningún énfasis definitivo. La luz y la sombra coexisten en estos pequeños relatos en los que apenas ocurre nada y todo sucede, porque entre el inicio y su término acontece ese instante que condensa un punto único de la existencia. En las narraciones, delineando un modo sereno de pensamiento, surgirán la alegría y la nostalgia, la suave melancolía y la sorpresa, pero, sobre todo, se apreciará en su centro la búsqueda de un fulgor, que no es otro que el de hallar la posibilidad del lenguaje para un momento fraguado a partir de un signo que compromete a la imaginación.
Esta colección de ficciones breves nace de un ejercicio de escritura que aspira a la liviandad. Se trata de pequeñas narraciones cuya estructura se desliza hacia el límite mismo de la poesía. Hay en ellas una cautela contra el exceso, sin eludir la profundidad que pueda verter un detalle de la memoria de los personajes o una tonalidad anímica sugerida sin ningún énfasis definitivo. La luz y la sombra coexisten en estos pequeños relatos en los que apenas ocurre nada y todo sucede, porque entre el inicio y su término acontece ese instante que condensa un punto único de la existencia. En las narraciones, delineando un modo sereno de pensamiento, surgirán la alegría y la nostalgia, la suave melancolía y la sorpresa, pero, sobre todo, se apreciará en su centro la búsqueda de un fulgor, que no es otro que el de hallar la posibilidad del lenguaje para un momento fraguado a partir de un signo que compromete a la imaginación.