+Qué tiene que ver la aparición de un cometa con la ardua actividad de un profesor de Filosofía en la Escuela ilustrada de Rotterdam? +Por qué buscaban entonces señales y presagios de las desgracias con las que Dios castigaba a los seres humanos por maldades y pecados cometidos? +Acaso no se trata de supersticiones y creencias ridículas que los poderosos teólogos se encargaban de alimentar para mantener al pueblo sometido a creencias inamovibles? Bayle, un filósofo en la treintena, irrumpe para incidir en el debate con argumentaciones centradas en la propia teología. No es otra controversia religiosa más, sino que toca cualquier tipo de creencia para analizar la fundamentación de la moral, los principios de actuación de los hombres, las raíces mismas de la religión, el ateísmo y la idolatría, y hasta las manipulaciones que puede hacer la política de las creencias. Todo esto transcurre con gran brillantez dialéctica que concluye en una demostración contundente de tantos errores de aquellos siglos.
¿Qué tiene que ver la aparición de un cometa con la ardua actividad de un profesor de Filosofía en la Escuela ilustrada de Rotterdam? ¿Por qué buscaban entonces señales y presagios de las desgracias con las que Dios castigaba a los seres humanos por maldades y pecados cometidos? ¿Acaso no se trata de supersticiones y creencias ridículas que los poderosos teólogos se encargaban de alimentar para mantener al pueblo sometido a creencias inamovibles? Bayle, un filósofo en la treintena, irrumpe para incidir en el debate con argumentaciones centradas en la propia teología. No es otra controversia religiosa más, sino que toca cualquier tipo de creencia para analizar la fundamentación de la moral, los principios de actuación de los hombres, las raíces mismas de la religión, el ateísmo y la idolatría, y hasta las manipulaciones que puede hacer la política de las creencias. Todo esto transcurre con gran brillantez dialéctica que concluye en una demostración contundente de tantos errores de aquellos siglos.