El pensamiento transformador, para serlo, pregunta por y desde las víctimas. Pero ¿quiénes son las víctimas, por qué lo son y en qué circunstancias concretas? Pensar desde las víctimas. La transformación pendiente aborda estas cuestiones, hacia otros mundos y hacia otras vidas plurales que también merecen ser bien vividas. La vida humana como punto de partida y la dignidad humana como punto de llegada, con la corporalidad sufriente como base material de la ética.