Victor Manuel Meier no está contento con su nombre y decide cambiárselo. A partir de ahora se llamará Piruleta, por su gran afición a las piruletas verdes, que tienen un poder especial. Al chuparlas, se vuelven transparentes y, a través de ellas, consigue ver todo lo que quiere.
Victor Manuel Meier no está contento con su nombre y decide cambiárselo. A partir de ahora se llamará Piruleta, por su gran afición a las piruletas verdes, que tienen un poder especial. Al chuparlas, se vuelven transparentes y, a través de ellas, consigue ver todo lo que quiere.