¿Se puede escribir con sinceridad, sin miramientos, a tumba abierta? Tal es la apuesta insoslayable de este libro que puede provocar la complicidad o el rechazo del lector, pero que con toda seguridad no lo dejará indiferente.
Visto de una manera más llana, Prosa y circunstancia es también una tentativa de recuperar la escritura del genuino ensayo literario, cuyo modelo quedó instituido por Montaigne a comienzos de la llamada época moderna y que hoy parece ahogado por la retórica del academicismo. El pretexto del autor es lo de menos si de lo que se trata es de exponer con agudeza y sin pudor la nutrida galería de los propios prejuicios: sobre la vida intelectual, las mujeres, la soledad, las diferencias de clase, el nacionalismo, el tiempo y la muerte, sobre la amistad traicionada y la estupidez. En suma, un libro provocador, «políticamente incorrecto», punto de partida para la necesaria revisión de la experiencia de una generación que ve inminente su definitiva entrada en la madurez.