Mientras que las ciencias físicas han desvelado en la modernidad gran número
de problemas, las ciencias sociales y humanas siguen enfrentándose al "monstruo
de lo social" sin lograr resolver los enigmas que suscita la vida colectiva. Los
conflictos sociales, políticos y culturales no sólo no han sido paliados sino
que a veces se han vuelto aún más opacos. Esta paradoja que conduce al
desaliento, interroga directamente a disciplinas como la antropología social y
cultural. La antropología crítica como saber en permanente transformación se ha
convertido de esta manera en un gozne indispensable de la sociedad plural y
democrática.