Como nos recuerda el profesor Luis Mancha en el prólogo de este libro el sociólogo Pierre Bourdieu nos planteaba en Las reglas del arte la siguiente pregunta: ¿Dejaremos que las ciencias sociales reduzcan la experiencia literaria, la más elevada que el hombre pueda conocer junto con el amor, a meros sondeos referidos a nuestros ocios, cuando se trata del sentido de nuestra vida? Para Fernando Álvarez-Uría todo escritor, como el resto de los mortales, vive en el interior de unas condiciones sociales que él no ha elegido, que le han sido dadas, en cuyo interior trata de desarrollar su propia libertad como escritor. Al afirmar que únicamente es posible existir en el interior de mundos sociales no se pretende negar la capacidad creativa de artistas y escritores, ni de poner en cuestión su estilo propio, o la singularidad de su arte, sino más bien asumir un hecho social innegable, pero frecuentemente olvidado: la literatura se enraíza en la historia.
Este libro es una invitación a viajar en compañía de grandes novelistas y sociólogos por la Sicilia de Garibaldi, por la Rusia de los zares, por el Londres victoriano, la Viena de Freud, la España de la Guerra Civil... A lo largo de los distintos capítulos se abordan problemas sociales tales como la cuestión nacional, la formación de una ética laica y solidaria, las resistencias contra la precarización del trabajo asalariado, el vínculo entre el feminismo y la lucha contra la violencia, en fin, las instituciones totales. De la fructífera interacción entre el campo literario y los códigos sociológicos surge la propuesta de impulsar una estrecha colaboración entre sociólogos y escritores para tratar de diagnosticar el tiempo presente.