Entender la actual crisis exige una reflexión crítica sobre la historia del siglo XX. En el auge del neoliberalismo, la constitución de la Unión Europea, del Banco Central Europeo y del euro son piezas esenciales de un proceso de décadas. Durante ese período, la izquierda derivó hacia el derrotismo de la socialdemocracia o el puro testimonialismo. Pero la alternativa real no es una reconstrucción ideologista, sino el desarrollo de la consciencia cívica. El enemigo principal está dentro de cada uno: la tarea es liberarse de prejuicios, superar miedos. En sentido profundo, y a un plazo que no puede ser corto, alcanzar la autoconsciencia de la civilización.