¿Estorbaron al gran Rafael sus extensos conocimientos anatómicos para ser reputado como el primer dibujante? ¿Por qué se olvida a Leonardo da Vinci, el cual tan persuadido estaba de la necesidad de este estudio, que llegó al extremo de disecar caballos? Los profundos conocimientos anatómicos de Tiziano pueden verse en las excelentes figuras que dibujó para el tratado de anatomía de Vesalio, y que sin embargo es inimitable en la suavidad y delicadeza de sus carnes.
No es necesario tener que probar la necesidad de la anatomía para el estudio de la pintura y la escultura. Para dibujar con perfección y conocimiento es indispensable estudiar detenidamente las formas de los huesos del cuerpo humano, y la figura, colocación y uso de sus músculos.
No es saber anatomía pictórica el aprender de memoria los nombres de los huesos y músculos, no basta saber su figura y colocación; es necesario además conocer perfectamente sus usos, y la variación que da a sus formas el movimiento. Aprenda bien el dibujante todas estas partes, penétrese de su importancia y estudie el natural con estos antecedentes, y bien se le puede asegurar que, aplicando estas teorías, no incurrirá en los defectos de que adolecen las obras ejecutadas sin estos conocimientos, y hallará en su mano una certeza y facilidad admirable.