Un mundo que agoniza debería ser un texto de lectura obligatoria enlas enseñanzas medias, ideal por su fondo como por su forma, máximedada su transversalidad, pues afecta a contenidos de al menos lasasignaturas de Ética, Biología y Literatura, y en último extremo porconstituir una atinada lección sobre los desafíos de nuestracivilización y la responsabilidad del hombre con su entorno que losbachilleres actuales y de las generaciones venideras deben conocer yasimilar para tratar de evitar el derrumbe de una cultura de siglos yel colapso medioambiental previo, paralelo o subsiguiente.