La poesía de Rafael Juárez (Estepa, Sevilla, 1956) se define por la utilización de formas clásicas, con variaciones constantes moldeadas por la exigencia expresiva del poema, y de un léxico compuesto de símbolos elementales que aspira a la claridad. La naturaleza, la identidad y el tiempo son algunas de las materias -o la única materia, porque con frecuencia se superponen- predominantes en estos versos, en los que, por otra parte, la propia poesía es protagonista principal, pero no mediante elaboraciones metapoéticas, sino por la incrustación de fragmentos ajenos, que acuden al poema como un elemento privilegiado de la memoria. En la selección de los poemas que componen Una conversación en la penumbra, el autor ha procurado evitar la estridencia. Los poemas proceden de los libros Las cosas naturales (1990), Aulaga (1995), Lo que vale una vida (2001) y Medio siglo (2011); los cinco últimos poemas son recientes.
La poesía de Rafael Juárez (Estepa, Sevilla, 1956) se define por la utilización de formas clásicas, con variaciones constantes moldeadas por la exigencia expresiva del poema, y de un léxico compuesto de símbolos elementales que aspira a la claridad. La naturaleza, la identidad y el tiempo son algunas de las materias -o la única materia, porque con frecuencia se superponen- predominantes en estos versos, en los que, por otra parte, la propia poesía es protagonista principal, pero no mediante elaboraciones metapoéticas, sino por la incrustación de fragmentos ajenos, que acuden al poema como un elemento privilegiado de la memoria. En la selección de los poemas que componen Una conversación en la penumbra, el autor ha procurado evitar la estridencia. Los poemas proceden de los libros Las cosas naturales (1990), Aulaga (1995), Lo que vale una vida (2001) y Medio siglo (2011); los cinco últimos poemas son recientes.