En un discurso pronunciado en Hamburgo en 1953, el escritor Thomas Mann advirtió a los alemanes de que nunca más se esforzasen en conseguir una ?Europa alemana?. No obstante, como resultado de la crisis del euro, esto es exactamente lo que ha sucedido: La principal potencia económica del continente está en situación de dictar los términos en los que las naciones más afectadas por esta crisis deben cumplir para conseguir más créditos, hasta el punto que la autonomía democrática de los parlamentos de Grecia, Italia, España ?e incluso, en último término, de la misma Alemania- se encuentra completamente debilitada. +Cuáles son las consecuencias de las controvertidas medidas de austeridad que Alemania dicta para el panorama político europeo? +Cómo puede resolverse el conflicto entre los arquitectos de Europa y los partidarios de los modelos tradicionales de soberanía?á Estas y otras muchas cuestiones son las que Ulrich Beck se propone responder en este apasionado ensayo, en el que concluye que lo que necesitamos es un contrato social europeo: un contrato que garantizase mayor libertad, mayor seguridad social, y mayor democracia? en toda Europa
La crisis del euro está poniendo a Europa contra las cuerdas, no cabe duda de ello. No obstante, el quid de la cuestión es que, en este proceso, las reglas básicas de la democracia europea están en suspenso o incluso transformándose en su contrario, pasando por encima de los parlamentos, gobiernos e instituciones dela Unión Europea. El multilateralismo se convierte en unilateralismo; la igualdad en hegemonía y la soberanía en privación de soberanía de los países.¿Cómo ha sucedido todo esto? La previsión de la catástrofe europea ha cambiado ya, sustancialmente, el panorama del poder europeo. De hecho, está provocando el nacimiento de un monstruo político: una Europa alemana.Alemania no persiguió esta posición de liderazgo. Por el contrario, este es un ejemplo perfecto de la ley de las consecuencias no premeditadas. La invención y puesta en circulación del euro fue, en realidad, el compromiso que Francia quiso que el país germano aceptase para vincularla Alemaniaunificada en una Europa más integrada, en la que Francia seguiría desempeñando el papel preponderante. Pero lo que ha sucedido es justamente lo contrario. Económicamente, el euro resultó ser muy bueno para Alemania. Y con la crisis del euro, la canciller Angela Merkel se ha convertido en la reina informal de Europa.Según Beck, la nueva gramática del poder se ajusta a la diferencia imperial entre países acreedores y deudores. Por consiguiente no se trata de una lógica militar, sino económica. A este respecto, los comentarios sobre el ?Cuarto Reich? son totalmente erróneos.El autor considera quela Europa, tal como la conocemos ahora, no será capaz de sobrevivir en las peligrosas tormentas el mundo globalizado.La UniónEuropeadebe ser algo más que un matrimonio nefasto, y es preciso actuar urgentemente y con clarividencia para afrontar este riesgo.