Formada por versos escogidos de entre todos los poemarios de Rafael Guillén, esta breve antología es un intento de aprovechar cualquier resquicio por el que se pueda incorporar algo de poesía a la ajetreada vida cotidiana del siglo XXI. Versos para los momentos perdidos y versos para el recuerdo. Versos que pueden extrapolarse del contexto en el que se hallan insertos y adquirir vida propia. Versos valederos en cualquier tiempo, es decir, ajenos a modas y tendencias pasajeras. Hay temas eternos, ya se sabe, sobre todo en poesía, y todos ellos comparecen en esta singular antología: el amor, el tiempo, la muerte, esa causa suprema a la que, para entendernos, ponemos un nombre en cada religión, la naturaleza, armoniosa o terrible, y sus elementos, la condición humana y sus inabarcables manifestaciones, la tristeza, el gozo, la injusticia, el miedo, la esperanza o la soledad.