A sus aforismos (vulgo minimás) les da cosa llamarse así. Se posan en las lindes de los géneros, y en lo menor les caben calambres exquisitos, voces de la calle, el remate o el regate del pensamiento, plomillos, una interrogación con su cáncamo y su espiche, un verso suelto, las chispas que saltan de los sueños. Lo infinitesimalmente grande. Pero el aguijón sí, su aguijón es de metal poético. Así, a menudo fintan el discurso meramente racional y atrochan por esa manera otra de entender que es la poesía".