La educación en valores trata de promover el ejercicio de la libertad responsable y predisponer a los ciudadanos al ejercicio de las responsabilidades correlativas a los derechos cívicos. La educación en valores arraiga en el horizonte histórico de la modernidad. Hoy más que nunca, los diferentes horizontes normativos que compiten en la vida pública y las demandas -a menudo irreconciliables- de las distintas esferas de la vida cotidiana ponen a prueba su capacidad para articular la convivencia u orientar proyectos vitales.Con la pretensión de dar respuesta a desafíos como la necesidad de institucionalizar la conformidad social sin recurso a la teología o de apelar a la voz de la conciencia, Emile Durkheim y Jean Jacques Rousseau escribieron sus propuestas de educación en valores. Pero fue Lawrence Kohlberg quien elaboró el primer modelo de desarrollo moral que pretendía demostrar, mediante sus investigaciones sobre el desarrollo moral, la superioridad de las éticas deontológicas.La autora, Melania Moscoso, analiza en este texto las propuestas educativas de Durkheim, Rousseau y el modelo cognitivoevolutivo de Kohlberg frente a los desafíos de la modernidad tardía. A la luz del modelo cognitivo-evolutivo de Kohlberg, y con el ánimo de dar respuesta a sus limitaciones, la autora recupera al Kant de la tercera crítica como alternativa al prescriptivismo deontológico que le ha valido al filósofo de Köningsberg su inmerecida fama de rigorista.
La educación en valores trata de promover el ejercicio de la libertad responsable y predisponer a los ciudadanos al ejercicio de las responsabilidades correlativas a los derechos cívicos. La educación en valores arraiga en el horizonte histórico de la modernidad. Hoy más que nunca, los diferentes horizontes normativos que compiten en la vida pública y las demandas -a menudo irreconciliables- de las distintas esferas de la vida cotidiana ponen a prueba su capacidad para articular la convivencia u orientar proyectos vitales.
Con la pretensión de dar respuesta a desafíos como la necesidad de institucionalizar la conformidad social sin recurso a la teología o de apelar a la voz de la conciencia, Emile Durkheim y Jean Jacques Rousseau escribieron sus propuestas de educación en valores. Pero fue Lawrence Kohlberg quien elaboró el primer modelo de desarrollo moral que pretendía demostrar, mediante sus investigaciones sobre el desarrollo moral, la superioridad de las éticas deontológicas.
La autora, Melania Moscoso, analiza en este texto las propuestas educativas de Durkheim, Rousseau y el modelo cognitivoevolutivo de Kohlberg frente a los desafíos de la modernidad tardía. A la luz del modelo cognitivo-evolutivo de Kohlberg, y con el ánimo de dar respuesta a sus limitaciones, la autora recupera al Kant de la tercera crítica como alternativa al prescriptivismo deontológico que le ha valido al filósofo de Köningsberg su inmerecida fama de rigorista.