Las vidas de Chris, Ana y su hija Chloë continúan en el cortijo. Un loro misántropo se colará en la familia, la chica lleva adelante su vida escolar en el pueblo, montan el teléfono, los vecinos siguen con sus locas historias de amor y pendencias, y de golpe descubren que su amado valle quizás esté una vez más bajo la amenaza de ser sumergido por la construcción de una presa. Al mismo tiempo comienza la vida literaria de Chris y, tras el éxito de su primer libro Entre limones, los periodistas hacen el sendero del aislado cortijo hasta golpear inesperadamente su puerta y él hace recuento de su anterior vida: los duros tiempos en que iba a esquilar ovejas a Suecia; su primera toma de contacto con España para aprender a tocar la guitarra fl amenca a los 20 años; o su ilustrísima carrera musical, primero como batería de un grupo escolar llamado Genesis (expulsado a los 17 años, nunca hubiera podido ser un Phil Collins) y con su paso por el circo de Sir Robert Fossett.
Con el formidable éxito de ventas de Entre limones -el divertidísimo relato autobiográfico de un joven inglés que, con tal de no vestir traje y acudir a una oficina, se gasta todos sus ahorros en la compra de un ruinoso cortijo en la Alpujarra granadina- Chris Stewart dio comienzo a su célebre trilogía sobre el irresistible encanto de la vida alternativa, en la que los pequeños sucesos cotidianos y la tranquila observación del espectáculo que supone la actitud del hombre ante sus semejantes y ante la naturaleza compensan con creces los placeres materiales de una vida normal. Esta nueva traducción de la segunda parte completa la reedición de la trilogía que se ha publicado con este sello editorial.
Acompañado por su mujer Ana, la pequeña Chloé y un loro algo misántropo que forma parte del núcleo familiar, Chris relata con su inimitable estilo las nuevas experiencias que le depara su retiro voluntario del mundanal ruido. Su relación con los vecinos, los entresijos de la escolarización en España, el descubrimiento de un plan para construir una presa que dejaría buena parte del valle sepultada bajo el agua, todo es motivo de asombro. Y por añadidura, el éxito de su primer libro atrae a un hatajo de periodistas ingleses interesados en su vida anterior a su llegada a las Alpujarras: las temporadas pasadas en Suecia esquilando ovejas en mitad del invierno, su primer contacto con España para aprender a tocar la guitarra flamenca, su trabajo en un circo y su breve carrera musical como batería del grupo de rock de su colegio: Genesis.