¿Cuáles son los principales obstáculos para la construcción de una sociedad libre en el único y frágil planeta que habitamos? Esta es la cuestión sobre la que trata de profundizar este libro, sin intentar ofrecer respuestas apresuradas. Los proyectos políticos del pasado situaron casi siempre sus horizontes de emancipación en los confines de un mundo donde todo parecía posible. Por el contrario, la geografía y los elementos nos enseñan que la experiencia del ser libre tiene que contrastarse con las restricciones que el medio físico le impone. Parafraseando al poeta podríamos decir que la libertad que no es todo necesidad, no es todo libertad; por tanto, la naturaleza, los límites del planeta y del cosmos viviente, no son los impedimentos de nuestra acción y nuestro deseo, sino la fuente más genuina de su realización. La geografía física es tan importante como la historia, si no más. La botánica, el estudio de los glaciares o de las aves migratorias nos enseñan tanto de las comunidades humanas como un tratado de sociología. Los sistemas de poder, las sociedades jerarquizadas que vivimos, no escapan a la visión kropotkiniana de un mundo vivo unitario y deben ser juzgadas a partir de una ética del cuidado, del apoyo mutuo, que incluya lo que Roszak consideraba las necesidades del planeta. Por todos lados la naturaleza nos muestra un camino a seguir, aunque a veces sea incierto y agotador. Afortunadamente, no estamos solos en nuestra reflexión: de todas las ideas fallidas, la idea libertaria es la más fértil porque nos sitúa, de una manera u otra, en la senda tortuosa de la naturaleza. Autores como Thoreau, Reclus, Landauer, Kropotkin, Morris, Huxley o Mumford, sembraron esa senda de valiosos indicios. Este libro es el inventario de esos indicios y una invitación a visitar sus obras y reflexiones. José Ardillo (Madrid, 1969), ha colaborado con diversas publicaciones libertarias en España y Francia. Es autor del ensayo Las ilusiones renovables (2007) y de dos novelas, El salario del gigante(2011) y La repoblación (2013), así como del libro de relatos todavía inédito Historia (1999). En la actualidad prepara la edición de su tercera novela, Buenos días, Sísifo.
¿Cuáles son los principales obstáculos para la construcción de una sociedad libre en el único y frágil planeta que habitamos? Esta es la cuestión sobre la que trata de profundizar este libro, sin intentar ofrecer respuestas apresuradas. Los proyectos políticos del pasado situaron casi siempre sus horizontes de emancipación en los confines de un mundo donde todo parecía posible. Por el contrario, la geografía y los elementos nos enseñan que la experiencia del ser libre tiene que contrastarse con las restricciones que el medio físico le impone. Parafraseando al poeta podríamos decir que la libertad que no es todo necesidad, no es todo libertad; por tanto, la naturaleza, los límites del planeta y del cosmos viviente, no son los impedimentos de nuestra acción y nuestro deseo, sino la fuente más genuina de su realización. La geografía física es tan importante como la historia, si no más. La botánica, el estudio de los glaciares o de las aves migratorias nos enseñan tanto de las comunidades humanas como un tratado de sociología. Los sistemas de poder, las sociedades jerarquizadas que vivimos, no escapan a la visión kropotkiniana de un mundo vivo unitario y deben ser juzgadas a partir de una ética del cuidado, del apoyo mutuo, que incluya lo que Roszak consideraba las necesidades del planeta. Por todos lados la naturaleza nos muestra un camino a seguir, aunque a veces sea incierto y agotador.
Afortunadamente, no estamos solos en nuestra reflexión: de todas las ideas fallidas, la idea libertaria es la más fértil porque nos sitúa, de una manera u otra, en la senda tortuosa de la naturaleza. Autores como Thoreau, Reclus, Landauer, Kropotkin, Morris, Huxley o Mumford, sembraron esa senda de valiosos indicios.
Este libro es el inventario de esos indicios y una invitación a visitar sus obras y reflexiones.