A través de una lectura rigurosa de las fuentes de que se sirve el autor, este li-bro nos presenta una imagen muy viva del cambio sufrido por la ciudad de Gra-nada en los años inmediatamente posteriores a la toma de la ciudad. Trata por tanto de la historia de una ciudad a finales de la Edad Media, pero también de una sociedad que iría desapareciendo, que se iría diluyendo ante la presión de los vencedores. Una ciudad poco atractiva en principio para repobladores que con-formaran un nuevo cuerpo social capaz de sustentar esos cambios, una ciudad en la que la conducta acaparadora de los grandes castellanos anulaba los pocos atractivos que se ofrecían al resto de la población cristianovieja para garantizar su prosperidad. Una ciudad asimismo en la que los vencidos, víctimas de una con-taminada atmósfera ideológica y del vicio original de las «capitulaciones impías», pasaron de asumir la derrota a la revuelta que, a finales de 1499, puso fin a la efímera coyuntura mudéjar que uno de ellos, pasado el tiempo, recordaría como unos años vividos entre la paz y la guerra.