Murieron nuestros padres o abuelos o hermanos y esta? claro que moriremos nosotros tambie?n, cada cual de lo suyo, de rabia, de asco, de no tener dinero para seguir viviendo, de agotamiento, de las viejas siete plagas o de alguna de las miles que bullen en lo profundo de las selvas o en laboratorios criminales de u?ltima generacio?n ?que si?, que de acuerdo, que tambie?n somos conspiranoicos? porque aqui?, en esta tierra de Cai?n, lo que cuenta son mis muertos y tus muertos, esos que esta?n siempre en el aire, haya pasado el tiempo que haya pasado, que eso es lo de menos, mi bandera y la tuya, mi templo y tu taberna, mi informacio?n y la tuya, mi hoz y tu navaja, mi garrota y la tuya, mi pistola y la tuya, mi sima y la tuya, mi pai?s y el tuyo, por mucho la geografi?a sea la misma? y asi? hasta nadie sabe cua?ndo, hasta el fin de los tiempos probablemente. En la patria de Cai?n estamos, mejor no olvidarlo. En nuestro escenario, la cainina flota en el aire como una niebla espesa y embriagadora?